Sobre «La ronda de los cementerios»
El protagonista de la canción, un coleccionista de tumbas, está a punto de conseguir lo que más desea: tener un familiar enterrado en el cementerio de Montparnasse, al lado de casa.
Otra vez la muerte. Brassens hacía gala de su afición por los entierros, los cementerios y todos los detalles que rodean la muerte. Véanse dos anotaciones en su cuaderno de notas*:
– “Construí un pequeño cementerio de bolsillo con auténticas lápidas y grabé en ellas los nombres de mis amigos… ¡Oh!, ellos no estaban debajo, desde luego, y yo tampoco me estaba planteando enterrarlos. Por lo menos mientras estuviesen vivos. La mayoría de ellos se enfadaron…”
– “Mi pobre amigo, ¿no tiene usted muertos?, ¿ni uno? ¡Venga conmigo y compartiremos los míos! (No hay nadie en el cementerio)”
*(G.B.: Journal et autres carnets inédits, Cherche-Midi Ed., 2014, edición digital, posiciones 624 y 2468, respectivamente).