El paraguas 2


1
Bajo la furia del aguacero,
sin su paraguas la vi venir.
Yo había cogido del paragüero
de algún amigo uno al salir.
Me apresuré a rescatarla,
mi humilde techo yo le ofrecí.
Secándose un poco la cara,
con voz de ángel dijo: “sí”.

Un paraguas a cambio
de un poco de cielo,
su belleza me cautivó.
Un regalo del cielo
a cambio de un techo,
no era un mal negocio, ¡no!

2
Era tan dulce la serenata
que nos dejaba el agua oír
bajo la tela de mi paraguas,
como un alegre tamboril.

Mirando al cielo, yo le pedía
otro diluvio y poder así
darle cobijo cuarenta días,
cuarenta noches junto a mí.

Un paraguas a cambio
de un poco de cielo,
su belleza me cautivó.
Un regalo del cielo
a cambio de un techo,
no era un mal negocio, ¡no!

3
Pero, ¡qué absurdo!, incluso lloviendo
cada camino lleva a un lugar,
y pronto el suyo les cortó el vuelo
a mis delirios de donjuán.
Al despedirse, atentamente
me dio las gracias, y yo la vi,
tan pequeñita, partir alegre
cada vez más lejos de mí.

 

Un paraguas a cambio
de un poco de cielo,
su belleza me cautivó.
Un regalo del cielo
a cambio de un techo,
no era un mal negocio, ¡no!

Richard Avedon, “Carmen, homage
to Munkacsi guys jumping umbrella”


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2 ideas sobre “El paraguas

    • Ramón (brassensencastellano) Autor

      Gracias por tus palabras, Gabriel. Cuando uno se atreve a publicar algo que ha hecho, es indudable que lo hace porque cree que tiene algún valor, pero… no las tiene todas consigo. Por lo menos a mí me pasa. Por eso agradezco de veras tu comentario.