El fantasma


1
Era asombroso, turbador,
envuelto en un blanco faldón,
aquello tenía la estampa…
El exterior de la visión,
el aire de la aparición…,
en conclusión, ¡era un fantasma!
2
Por la manera de avanzar,
por la manera de ondular
las ancas de perfil convexo,
rápidamente comprendí
que era lo que tenía ante mí
una ilusión del bello sexo.
3
“Soy un espectro extraviado
-me susurró su aliento helado-,
que, como el pobre Pulgarcito,
no hallo el rastro de las falanges,
no doy con los fuegos fugaces
que jalonaban mi camino.
4
Poetas sin inspiración
van a tomar, ¡qué aberración!,
mis fuegos fatuos por luceros.
Los perros de la policía
van a roer, ¡qué tropelía!,
mis huesecitos bien rellenos.
5
Mañana cuando cante el gallo,
¡menuda pinta, con mi paño
lleno de sietes y de arrugas!

En este tiempo sin convicciones,
nadie hace caso de visiones;
van a acusarme de impostura.”
6
Yo, que no sufro el mal ajeno,
imaginad mi desconsuelo
ante el problema del fantasma.
“¿Me permitís que os dé la mano
-dije, acercándome a su lado-
y os lleve de regreso a casa?”
7
El caso acabaría aquí,
pero una brisa muy sutil
le levantó un poco el sudario…
Aun careciendo el esqueleto
de algunos huesos, lo secreto
era, sin duda, extraordinario.
8
Cupido aquel día arrojaba
al tun tun flechas de su aljaba,
y en mí probó su puntería;
osadamente la invité
un rato a casa para ver
mis cuadros, mis fotografías.
9
Me respondió: “¡Qué insensatez!,
tengo mil años más que usted…”
“¡La edad, mi amor, no importa nada!”
Metiendo al trasgo bajo el brazo,
bien enrollado en sus harapos,
me lo llevé hasta mi morada.

10
En contra de lo que pensamos,
las bellas prójimas de antaño
resultan ser unas granujas,
más expertas en seducción
que muchas féminas de hoy,
¡y no me hagáis nombrar a algunas!

11
Horas después, por la mañana,
alguien removía mi almohada,
promesa de nuevas caricias.
Del dulce sueño desperté;
era mi padre: “¡vístete!,
¡rediós, que llegas tarde a misa!”
Del dulce sueño desperté;
era mi padre: “¡visteté!,
¡rediós, que llegas tarde a misa!”

Autor desconocido, La vida y la muerte

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